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MACARACAS, Los Santos, -Entre las figuras nacidas en el distrito de Macaracas -que para este 12 de septiembre cumple 153 años de fundación- se destacan los artistas Lino Francisco Rodríguez y Práxedes Domínguez, quienes por sus aportes a la música típica en las últimas cinco décadas han sido nombrados "hijos meritorios".
El primero es considerado el mejor tumbero de la música típica popular panameña y el segundo por más de 50 años se encargó del alquiler de plantas eléctricas de baile en baile en la península de Azuero para que los equipos de los conjuntos típicos pudiera tocar.
Linito Rodríguez,como cariñosamente se le conoce en el mundo de la farándula,nació en Macaracas el 18 de noviembre de 1945, del hogar formado por Elida María Franco y Felipe Rodríguez, siendo su padre uno de los mejores poetas que ha dado la región de Azuero.
A los 12 años forma parte del desaparecido conjunto macaraqueño “Quiero Amanecer” de Darío Vega, mientras que de vez en cuando asistía a los bailes que amenizaba Dorindo Cárdenas en su pueblo natal.
Lino tuvo en su infancia como maestro Antonio Toni Rivera (q.e.p.d), otro de los mejores tumberos de Panamá integrante del conjunto de Cárdenas, pero a raíz de una enfermedad de Rivera, el 8 de diciembre de 1963, forma parte del Orgullo Santeño, emprendiendo así el camino musical.
Desde esa época hasta 1977 fue miembro de este grupo musical; luego se separa por cinco años. Nuevamente en 1982 se reintegra al conjunto donde permaneció hasta el pasado 5 de enero cuando se retiró del Conjunto Orgullos Santeños convirtiéndose en el primer integrante de música típica en jubilarse en esta carrera.
El primer de los más de 300 discos que grabó junto a Dorindo se le llama El Inquieto Danielín. En 1964 entra por primera vez a un estudio de grabación como tumbero, además también hizo coro en los primeros años de su carrera.
Este músico, que se inició ganando por toques cuatro dólares, logró ganar por noche 60 dólares.
Para Rodríguez las satisfacciones que le han dado esta difícil carrera es haber tenido la oportunidad de tocar con el Orgullo Santeño el 26 de junio de 1972, en el Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos), cuando se enfrentaron los pugilistas Ismael Laguna y Ken Buchanan.
También viajó a Colombia, específicamente a Medellín, Valledupar y a la feria de Mazinales. Allí alternaron con los Golden Boy y los Corraleros de Majagual del compadré de Dorindo, Alfredo Gutiérrez.
En tanto, que a Práxedes Domínguez se le conoce por haber sido uno de los hombres que creyó e impulsó este genero musical, en las décadas que nadie daba un real por este ritmo pegajosa.
Para, entonces, Domínguez se comienza a dar a conocer de baile en baile cuando inicia el alquiler de plantas eléctricas para que lo escasos equipos de sonidos con que contaban los músicos de la época pudieran proyectarse mejor ante los bailadores.
Acordeonista, violinista y compositor, Práxedes Domínguez se inicia en mundo artístico a finales de la década del 50, cuando nadie daba un centavo por la música típica popular.
Domínguez quien nace en 1942 en la comunidad de la Sabaneta del Portón de corregimiento de Corozal, distrito de Macaracas. De ellos 56 años los ha dedicado al alquiler de plantas de baile en baile.
Joven se traslada a las comunidades El Mogollón donde conoce a Rogelio Gelo Córdoba.
Allí se inicia a tocar vísperas con un violín que constituyó el cual le tuvo que colocar cuerdas hechas de pitahayas de hacer sombrero, luego en el almacén de Pablo Ardito Barleta de Las Tablas, consigue cuerdas adecuadas para el instrumento.
Para esa misma época debido a que no había energía eléctrica en los campos de la región de Azuero decide conseguir una pequeña planta para poder tocar con mejor sonido.
En esos primeros años sólo había servicio de energía eléctrica en Las Tablas, La Villa, Chitré y Macaracas donde funcionaron grandes plantas que suministraban energía a estos pueblos, el resto de las comunidades estaban huérfanas de este servicio.
En 1960 Domínguez deja el violín e inicia su carrera musical y logra grabar su primer y único disco de 45 revoluciones por minutos con la saloma de la entonces principiante Benita Castro.
Olmedita Escobar y Se me puso brava fueron las canciones que graba Domínguez, quien considera que su mayor aporte a la música típica fue el alquiler de plantas.
Fiestas grandes como Reyes en Macaracas, Santa Rosa en Llano de Piedras, Santa Librada en Las Tablas y El Festival en Guararé por muchos años se lograron celebrar con la energía de los moteros de Práxedes.
Alfredo Escudero, Dorindo Cárdenas, Ceferinto y Chalino Nieto, Uruguay Nelson, Osvaldo Ayala, Teresin Jaén, Victorio Vergara e Isidro Pitty (q.e.p.d) entre otros acordeonistas tocaron con energía suministrada por este ilustre de la música típica.
También Domínguez se traslada en avionetas a llevar la energía eléctrica a comunidades como Tonosí, Quebro, durante la década del 70 cuando todavía esas zonas no contaban con caminos de penetración.
Por esos méritos ambas personalidades de Macaracas son los hijos meritorios en la celebración de la fundación de este distrito el 12 de septiembre.
Macaracas, valle hermoso de la Peninzula de Azuero, marco admirable del imponente Canajagua, es uno de los siete distritos que conforman la Provincia de Los Santos. Actualmente se presenta como una de las poblaciones más prósperas de la región.
Según cuenta la historia, Macaracas obtuvo su nombre de un vocablo indígena de la tribu Mosquito que se estableció en lo que fue la Ermita, conocida hoy como Los Leales; nombre éste debido a la lealtad que el pequeño grupo aborigen le ofrecia a su líder: el Cacique "Macaracá".
Los primeros indicios históricos del pueblo de Macaracas aparecen, según la relación del Obispo Fray Francisco de los Ríos y Almengol, cuando este hace una visita a su diócesis en 1775, fue en este año, durante el período del Obispo de los Ríos, cuando se comenzó a tomar providencias para formalizar las poblaciones de los sitios de Macaracas y Playa de Chirú.
Al realizarse la independencia de Panamá de España en 1821, el Istmo de Panamá estaba dividido en dos provincias: Veraguas y Panamá. En la Provincia de Panamá le correspondían Azuero se agregó a la Provincia de Panamá. El distrito parroquial de Macaracas, quedó como parte del territorio de la provincia de Veraguas por muy poco tiempo.
La Ley del 12 de septiembre de 1855, del Estado Federal de Panamá en su artículo II dice: "Erígence en distrito las poblaciones que enseguida se expresa: en el departamento de Herrera, los pueblos de Los Pozos, Macaracas, Las Minas, Ocú, Parita y Santa María"
El pueblo de Macaracas celebra con gran fervor la fiesta de los Reyes Magos cada 6 de enero. Como uno de los actos principales, se realiza el Drama de los Reyes Magos, el cual tiene lugar en la plaza principal del pueblo.
Este acto es una de las pocas muestras de teatro popular tradicional en Panamá, entre las cuales podemos también mencionar el Corpus Christi en La Villa de Los Santos, el Duelo del Tamarindo en Ocú y la Semana Santa en Vivo en distintos puntos del país. La celebración de Macaracas es una de las más antiguas, ya que tiene aproximadamente dos siglos de celebrarse.
En este drama participan muchas personas del pueblo, sobre todo jóvenes. En su mayoría, no tienen entrenamiento formal en cuanto a las artes escénicas, sin embargo, su entusiasmo y amor a la tradición hacen que todos los años presenten un espectáculo de gran altura.
El drama forma parte de lo que se conoce como el Encuentro Folklórico del Canajagua, un festival folklórico que en sus años cumbres estuvo a la par del Festival Nacional de la Mejorana y del Festival Nacional del Manito Ocueño. Actualmente, el comité organizador de esta celebración trabaja incansablemente para volver este encuentro folklórico a su tradicional sitial y dar a conocer de esa forma las valiosas costumbres y tradiciones de la importante región macaraqueña.
Origen de la tradición
Entre los años de 1757 y 1780 se fundó Los Leales, que se constituyó en la primera población de Macaracas, ubicado entre los ríos La Villa y Estivana.
Desde su fundación, el lugar fue visitado por extranjeros, quienes al llegar a esta nueva tierra trajeron sus tradiciones. Entre ellas destacó la dramatización de Reyes, que actualmente se desarrolla en la plaza de Macaracas.
Según datos históricos, fue el colombiano Teófilo Castro quien por primera vez montó la obra en el año de 1820.
La representación teatral, según cuentan los lugareños, se escenificaba en el atrio de la iglesia San Juan Bautista y en la plaza del poblado, que en aquel entonces eran los únicos escenarios adecuados.
Más tarde la idea fue retomada por Isaac Moreno y, desde 1900, la obra se pone en escena respetando el libreto original.
Según informes que reposan en la iglesia San Juan Bautista, esta obra anónima data de la Edad Media, probablemente del siglo XII.
Influencia religiosa
Las primeras representaciones dramáticas de la literatura española estaban ligadas a las celebraciones litúrgicas y se hacían en las iglesias.
Entre los legados de los colonizadores españoles en Panamá destacan las celebraciones religiosas que calaron profundamente entre los habitantes del istmo.
Así lo señala el sociólogo Milciades Pinzón, para quien la religiosidad en América se fue sazonando con ingredientes disímiles, pero armoniosamente entrelazados.
"Los españoles nos traen su idioma y su poderío militar, pero con ellos también, sus valores culturales y sus creencias religiosas", dice.
Explicó que, por ello, en el siglo XVIII la fuerza del hecho religioso tomó cuerpo en los retablos coloniales.
En el caso de Azuero, la religión católica siempre ha sido un importante componente cultural. "No podemos comprender nuestra cultura sin considerar este poderoso factor de poder y socialización", añade Pinzón.
Es por eso que las celebraciones del Corpus Christi tienen vigencia desde los tempranos días de la colonia.
Aunque es imposible dar una fecha exacta de la llegada de estas fiestas a América, la iglesia Católica con el ánimo de inculcar entre los habitantes la fe, se valió de muchos recursos, por eso favoreció el uso de las artes escénicas, las danzas, las máscaras y la representación de la vida de Jesús en cada fiesta.
Una de las personas que no falta a esta celebración es monseñor Marcelino García Martínez, quien cada 6 de enero narra los orígenes de la dramatización de la llegada de los Reyes Magos.
García explica que los españoles introdujeron la representación en varios de los poblados que colonizaron, pero curiosamente fue en Macaracas donde se ha conservado hasta nuestros días.
Dice que esta es una obra literaria artística, porque es un diálogo hablado en versos que riman. Actor veterano
Felipe Rodríguez, considerado como uno de los actores que mejor ha representado el papel del rey Herodes, dice que se inició en la actuación de forma casual.
Señala que en la década de los 80, cuando ocupaba el cargo de presidente de la organización que monta la obra, uno de los actores a quien le correspondía hacer el papel del rey Herodes, no llegó, por eso él tuvo que actuar en su lugar.
"Pero, como me sabía casi todo el libreto, porque había actuado en otros papeles, decidí hacer la actuación".
Por su voz privilegiada, el dominio natural del escenario y los diálogos, Pinzón se ganó los aplausos y la admiración de los miles de asistentes.
Confiesa que le ponía el alma y corazón a su actuación, pues el pueblo lo incentivaba, con comentarios positivos, a seguir haciendo este papel.
Rodríguez alabó también las actuaciones que sus coterráneos, Raúl Gutiérrez, Elíseo Castro, Audino Vázquez, Fernando Samaniego, Jorge Castro y Moisés Quinteto (q.e.p.d.), hicieron del rey Herodes.
Para Rodríguez, uno de los actos más emotivos de la representación es el número dos, cuando Herodes pregunta: "¿Qué Rey será este que acaba de nacer?, ¡Oh¡, pobre de él si cae en mis manos. Esta corona es mía, solo el desearla cuesta la vida. Pobre del que mire con codicia y quiera arrancarla de mis sienes".
Otro diálogo que le gusta es el que dice: "Ya he dicho que mis sabios consultados respondieron, que según la profecía del Miqueas era cierto, de ser Belén la corte misma del Mesías verdadero. El mismo a quien buscaría, tendrá allí su nacimiento, por lo cual, es dictamen, partáis luego a Belén que está a dos leguas de este pueblo".
Continúa así: "Allí podréis preguntar si ha nacido en ese pueblo algún infante y, tal vez, hallaréis a ese infante, según anunciáis. Mas, yo sé muy bien, por muy cierto, que haréis el viaje en balde. Pues no es posible que en un pueblo como es Belén hoy, tan corto, de tan pobreza lleno, haya nacido ese rey, que dices, de los hebreos".
Quienes participan en esta obra son habitantes del mismo pueblo de Macaracas, obreros, amas de casa, agricultores, campesinos, modistas, estudiantes y profesionales.
Ninguno de ellos ha asistido a una escuela de arte dramático, pero la escenificación que hacen es considerada como uno de los mejores espectáculos en vivo que se realizan en el interior del país.
Los mismos diálogos del drama se repiten desde hace 184 años, sin ningún cambio. Lo que sí se ha mejorado es la escenografía que ambienta los diferentes actos de la plaza.
El elenco de la obra lo conforman el rey Herodes, dos de sus soldados, sus dos sabios, los reyes Gaspar, Melchor y Baltasar, con un séquito y un mozo cada uno.
También se representan los papeles del centurión, cuatro soldados romanos, el ministro primero, el ministro segundo, la Virgen María, San José y 11 ángeles del pesebre.
En la actualidad, el libreto de este teatro popular se guarda, celosamente, en unas de las casas de los actores principales.
El 12 de septiembre se celebra la fundación del distrito santeño de Macaracas. Para conmemorar esa gran ocasión, todos los años tienen lugar diversas actividades cívicas y festivas.
Este año estuvimos en dicha región y pudimos presenciar el tradicional desfile de carretas. Mucha gente de pueblos vecinos tales como Bahía Honda, Bajos de Güera, Llano de Piedra, El Cedro, Llano Largo, El Mogollón, Chupá. La Mesa, Las Palmas, Botoncillos, Corozal, Espino Amarillo, Bombacho y Quema, participan de esta celebración.